jueves, 13 de septiembre de 2012

Añoranza


Añoro tus anhelos y suspiros,
el dulce néctar de ambrosía
bebido de tus labios de rosa temprana.
Necesito saciarme de tu energía
que fluye del manantial
de tu eterna juventud,
detenido su avance en el recuerdo
en el que navego aguas arriba
ahora que el río de la vida
discurre hacia su desembocadura
en el mar profundo del olvido.
Rescato de las sombras tu memoria
para solaz de mis días y mis noches,
ahora que la soledad es compañera
de mis afanes cotidianos.
Siento así tu liviana calidez
que me libera del tedio
producido por el lento transcurso
del dilatado tiempo sin tu amor.


Las Rozas,  13 de septiembre de 2012