viernes, 10 de octubre de 2014

Alta tensión (Psicodelia)





"Tiene la tensión alta"
me espeta la doctora
y de sopetón me suelta
..."será el estrés"...
me sobresalto y pienso:
"say: stress"...
Adiós mundo cruel,
y me viene a la cabeza
el Elvis rockero
guitarra en bandolera.
"Pues será que por mis venas
corre energía de alta tensión"
La respuesta...electro al canto,
y me cablea entero...
"si me enchufa pareceré
un árbol de navidad"...
"Don't be cruel
to a heart that's true..."
"Ya veremos, cuídese"
"I don't want no other love"
Pero el rock no me abandona
y sigo tarareando a Elvis
acompañando el latido...
"¿y, las gafas son para ver?"...
No, son el espejo
de mis pensamientos
donde se parapetan mis ojos
cuando saltan chispas
de alta tensión en los tuyos
y, aún así, me alcanza
el calambrazo del roce
de tu mano
y se me dispara la tensión...
"Don't be cruel..."

"¿Tiene alguna enfermedad infecciosa?"
"Si, por supuesto..."
¡Ah! (suenan las alarmas)
"Cuál, si no le importa...?
"La peor, contesto...
estoy enamorado"
"Uff, está desahuciado!
No tome sal, ría mucho,
salga, respire, cante
y hágase el loco..."
"...to a heart that's true..."
..."que es un mal cardíaco
y no hay cura, por ahora...
respire hondo..."
(y me planta el estetoscopio)
"¿qué oigo?
su corazón late a ritmo
de rock antiguo...
está peor de lo esperado...
pues ame, salte, baile
y, sobre todo,
¡no me haga caso y viva!..."
y se quedó con mi sangre
para analizar, musicalmente,
mi ritmo de vida...
"I don't want no other love
baby it's just you I'm thinking of".


(consejo: leer escuchando Don' be cruel de Elvis...)


Madrid-Las Rozas 8 de octubre de 2014


miércoles, 8 de octubre de 2014

Otoño de tornasol




Un cierto aire de nostalgia
inunda el ánimo
mientras la mirada
se llena de tornasoles
en una paleta que mezcla
los verdes de una agostada
primavera ya caduca,
los amarillos de despedida
de unas hojas que han cumplido
su ciclo vital y vivificador,
y los ocres de la alfombra
de cadáveres prestos
a ser devorados por
la tierra que les dio alimento,
para crear el sustrato
que mantendrá la vida
en suspensión en espera
del renacimiento cierto
de una nueva primavera.

El olor a tierra mojada
que invade el entorno
desde las primeras tormentas
en el cambio de ciclo vital,
nos avisa dulcemente
de la necesidad de migrar
a los cuarteles de invierno,
y nuestra alma vuela,
siguiendo con el pensamiento
las aves que alegraron
nuestros despertares estivales.
La luz se dispersa
alternando azules y grises,
se acortan los días
y la pereza crece
en los frescos amaneceres
mientras el corazón espera
que el tibio sol
caliente la sangre
que late sosegadamente
en nuestras sienes otoñales.



Las Rozas, 8 de octubre de 2014