lunes, 16 de septiembre de 2013

Ansia

“Ansiedad de tenerte en mis brazos
musitando palabras de amor”… (Nat King Cole)



Me despierta el ansia
de tus besos de fruta fresca
que mis resecos labios
rememoran sedientos.
Anhelo el roce de tus botones
en mi pecho henchido
que cosquillean juguetones
en espera de ser amasados
como pan dorado en el horno
de los deseos desatados,
mientras hormigueo en tu ombligo
redondeando más tu vientre fértil,
divagando si emigro al sur
de tus entrañas ardientes,
o voy al norte de tus sienes
que también palpitan
con golpes de sangre
que galopa a ritmo
de impulsos cardíacos
sin control alguno.
Me miro en el espejo
de tus ojos y me veo
despeinado en el empeño
de desbaratarte tu pelo
desparramado entre mis dedos
surcándolo con el arado
que formo en la mano con delicadeza
no exenta de brusquedades
propias de la pasión incontinente.
Y sigo durmiendo más tranquilo,
sabiendo que nos encontramos
cada noche en tu sueño
y el mío entrelazados.


Madrid, 16 de septiembre de 2013

miércoles, 20 de marzo de 2013


Duele el amor, duele


“Y cuando abrí la mano
y la deje caer
rompieron a sangrar
las llagas en mi piel…” (Mecano)

El amor duele,
duele el amor, duele.
Es como la rosa,
la más hermosa.

Tiene espinas,
pero cuanto más sangras
por ellas y por amor
más admiras la rosa
y el amor con ella.

El amor duele,
duele el amor, duele.
Y cuanto más duele,
más hermosa es la flor
y el amor con ella.

Juntemos las manos heridas
y curemos juntos el dolor
que duele el amor, duele
que es más grande la flor
y el amor también


Madrid, septiembre de 2004

jueves, 17 de enero de 2013


Azabache y miel


“When I love I get a feeling
Like I'm travelling through the sky
On the wings of a nightingale…” (Paul McCartney)

A veces el tiempo transcurre lento,
incluso premioso si no te veo,
pero al estar contigo
siento su paso vertiginoso.

Acelero mi caminar para encontrarte
y la espera apresura mis latidos
¡Calma! Que el corazón desbocado
se expresa mal y entrecortado.

Estoy contigo y no estoy,
te escucho y no se si oigo,
te miro y mis ojos devanean
entre las ondas de tu pelo azabache,
en tus ojos de miel temprana
y en tus manos que aletean
como las alas de un ruiseñor
de alegre y cantora voz.

Me pierdo tratando de abarcarte,
de entender el enigma de tu vida,
en la incógnita de tu mirada
en los silencios de tus palabras
en los sonidos de tu sonrisa.

Me descubro tratando de describirte
cuando ya te has ido
y te veo marchar como otras veces
sin desnudar tu alma de sus velos
y abrazo tu sombra que se escurre
en el silencio que tu ausencia impone.


Las Rozas, 17 de enero de 2013

Tu nombre



Escribí tu nombre en el agua
que me devolvió la frescura de tu mirada
en las ondas que la alejaban,
y se diluyó tan suavemente
que cuando volvió el remanso
descubrí que no podía leerlo
y ya…, ya no lo recuerdo.


Entre Getafe y Las Rozas, 17 de enero de 2013

miércoles, 21 de noviembre de 2012


Una sonrisa romana

Una sonrisa tierna en su rostro
la mano diestra en el corazón
la izquierda trabaja en su zurrón
y, como por arte de magia,
surgen tesoros de su interior
que muestra orgulloso y ofrece.

Ni una palabra sale de su boca
pero se expresa bien con la mano
que se tiende cálida y amistosa
y estrecha la que sale a su encuentro
con atención y respeto nada servil.

Luego su mano aletea presta
sobre los juguetes mostrados
y, abriéndola, indica el precio que solicita
por cada una de sus ilusiones.

Y mientras el asombro frena la reacción
él salta sonriente al grupo vecino
y repite, sin repetirse, su actuación.

Tu mirada pasa de los juguetes
a su persona en movimiento,
comprobando que la sonrisa es cierta,
que es feliz en su desgracia,
que no es otra que el no oír
y vivir en el silencio
que traslada a su alrededor
con sus alegres movimientos
de mariposa de colores muda.

Cuando vuelve sonrisa en rostro
tu mano saca un billete
y escoge uno de sus juguetes.

Él se lleva las manos al corazón
y, luego, estrecha con ambas la tuya
y te ofrece su ilusión en el objeto
con gratitud en sus ojos
y de nuevo aletea en busca de otro amigo
enviando una brisa fresca
a tu atribulado corazón,
que satisfecho late por un momento
en el que se ha detenido el tiempo
y olvidas, fugaz empeño, tus sinsabores.

Has comprado un instante de felicidad
que te ofreció un ángel mudo
junto con un artilugio “made in Taiwan”


Civitavecchia, 19 de noviembre de 2012

miércoles, 31 de octubre de 2012


Deudas de amor

Probablemente nunca te dije te amo,
o no te lo dije con palabras sinceras,
desnudas de adornos inútiles,
como nuestros cuerpos tantas veces
empapados en sudor y saliva,
entregados el uno al otro
en ese juego que llaman amor,
aunque no siempre se conjugue el verbo
aunando impulsos y sentimientos,
porque siempre un te quiero a tiempo
alivia el instante y engrasa
las ruedas vivas del engranaje
que forman, girando a dúo,
nuestros cuerpos en la danza
que marca el compás de los corazones
latiendo en ritmo de pasión desenfrenada.
Siento no habértelo dicho entonces,
las palabras no dichas se enquistan
y forman callo en el sentimiento
y el alma se insebiliza poco a poco…
Por eso, mujer, te digo que te amé
y aún te amo, aunque ya no me oigas,
aunque parezca sentimiento vano,
pues quiero morir tranquilo
sin deudas de juego olvidadas
en un rincón de un alma oxidada
pero sensible, aún, a los efluvios
del recuerdo de nuestro amor mundano.

Las Rozas, octubre de 2012

jueves, 13 de septiembre de 2012

Añoranza


Añoro tus anhelos y suspiros,
el dulce néctar de ambrosía
bebido de tus labios de rosa temprana.
Necesito saciarme de tu energía
que fluye del manantial
de tu eterna juventud,
detenido su avance en el recuerdo
en el que navego aguas arriba
ahora que el río de la vida
discurre hacia su desembocadura
en el mar profundo del olvido.
Rescato de las sombras tu memoria
para solaz de mis días y mis noches,
ahora que la soledad es compañera
de mis afanes cotidianos.
Siento así tu liviana calidez
que me libera del tedio
producido por el lento transcurso
del dilatado tiempo sin tu amor.


Las Rozas,  13 de septiembre de 2012