lunes, 2 de junio de 2014

Me gusta



Me gusta mirarme en tus ojos
y tu mirada en los míos
sentirte en mis pulsos
escucharte en tus silencios,
siluetear tu figura
con las yemas de mis dedos,
dibujarte a ciegas,
imaginarte en mis sueños
y estar presente en los tuyos,
sentirte de mi cercana
presentirte cuando estás lejana,
imaginarte de la mano
paseando el atardecer,
contando los guijarros del camino
observando las flores palidecer,
esperar que la luna nos ilumine
sentados en la hierba
escuchando el anochecer
que se cierne alrededor
de nuestras figuras desvaídas
mientras, con la razón
negamos los sentimientos
de una entelequia inocente, 
producto de la sinrazón
de nuestro caos evidente
surgido de la desazón
que el devenir cotidiano
nos depara de rondón.
Así que esos momentos 
del tu y yo confidentes
son como un remanso
de las aguas turbulentas
de nuestras vidas aciagas.
Me gusta la serenidad
de tu presencia en mi vida
aunque no vaya más allá
de suspiros inocentes
sin pasiones desatadas
ni desórdenes cardíacos,
limitándonos a compartir
hierba, luna y el caminar
de nuestro común anochecer...


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