que asaltan las noches en vela,
que enredan el duermevela
y que juegan con la sinrazón...
Esos fantasmas hechos de sueños
que asaltan en cada esquina
de la cama y la almohada
y nublan la razón y el corazón.
Que, entre jirones de nubes negras,
nublando el entendimiento,
con la luna de testigo mudo,
pueblan la noche de sombras...
Sombras que acechan desde el ayer
al hoy y al mañana que no llega,
que siembran la duda nocturna
de una incertidumbre vaga.
Pero que al amanecer,
con la luz de la alborada,
huyen con precipitación
dejando tras de sí un recuerdo evanescente
de algo que dejé pendiente
del hilo de la telaraña,
que tejió una hacendosa Ariadna,
la noche que pasé en desazonada vela.
Maravillosa mezcla de palabras para nombrar tu blog, muy TÚ... que te visiten pocos fantasmas más sin perder la razón...
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